
Mientras yo trataba de distraerme con una
revista que estaba en el estante, no pude dejar de escuchar como ella le
reprochaba su incapacidad de reconocimiento, al parecer, el dueño de su corazón
no únicamente la criticaba por su mal gusto para vestir, también por sonreírle
a sus amigos, por ser amable y servicial, por saludar demasiado, por platicar
con sus amigas, por no estar tan “buena como antes”, por haber ganado un bono
extra “quien sabe cómo… porque por inteligente no creo” le dijo el tipejo,
(perdón…pero a esas alturas yo ya estaba como agua para chocolate)… a lo que
ella le reviró contestándole que bastante hacía con soportar cada día su mal aliento,
el saber que dormía con otras y que debería sentirse agradecido de tenerla
porque ninguna a pesar de saber lo inseguro y cobarde que era lo estaría
apoyando incondicionalmente cada momento que se sentía opacado por ella misma…
otra ya lo hubiera dejado, le dijo que el día que dejara sus celos a un lado
podrían crecer juntos.
La verdad ya no supe en que terminó el asunto
y si me quedé picada…porque justo en ese momento ME TOCÓ PAGAR!!... cuando ya
iba de regreso a casa recordé la famosísima canción que inicia “Estos celos me
hacen daño… me enloqueceeeen”… ya no me acuerdo que más… la cosa es que,
escuchando discutir a esta pareja, recordé que una persona muy muy cercana a mí
en alguna ocasión me dijo: “no existe peor sentimiento que los celos”… pero los
celos no solo se viven en pareja, se dan en muchos aspectos… Yo siempre he
considerado a la ENVIDIA como el peor sentimiento, pero hoy creo que van de la
mano: CELOS Y ENVIDIA son muy parecidos, son sentimientos, mezquinos, crueles,
horrendos… son golpes bajos. Sin clase.
Nadie nos prepara para los CELOS, ni para la
ENVIDIA… llegan cuando menos los esperas, porque alguien los provoca y otro
alguien se aprovecha… pero nadie, nadie debe sentirlos, son cancerígenos,
enfermizos, nublan la razón, roban la belleza del alma, son sentimientos
indignos… Y quien se atreva a provocarlos por lo menos que se pida perdón a él
o ella misma.
Un último favor, esto se los pido de manera
personal… cada día suceden cosas que quizá nos roben la tranquilad, la paz,
tratemos en lo posible de ser auténticos, generosos, honestos… no le demos
entrada a los celos, a la envidia pero sí a nuestras capacidades como la AYUDA
y el SERVICIO.
LÓPEZ-ARRIAGA
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