
Tuvimos una conversación amena, me contó que
acababa de perder su trabajo, al parecer le gustaba una chica que ya tenía
novio y aunque él le había insistido varias veces en intentar algo ella de
plano no quería nada con él. En realidad no me preció un chavito desagradable
quizá los pocos minutos que compartimos lo sentí inseguro, pero sobre todo
ofendido.
Ofendido porque por ser hombre todo el mundo
espera demasiado de él: que sea exitoso, conquistador, galán, el gran amigo,
trabajador, hijo, hermano, etc.
Honestamente, nunca me había puesto a pensar
con detenimiento la carga emocional de un hombre…perdón toda mi vida he sido
mujer y créanme que eso es ¡BASTANTE COMPLEJO!.
Yo siempre pensaba que ser hombre era mucho más
sencillo: no importa cómo, dónde o cuando, siempre alguien estará con ellos y
para ellos, pueden usar el mismo traje con diferentes camisas y corbatas, con 2
pares de zapatos tienen… no sé… creo que siempre los hombres de mi vida han
sido muy sencillos, poco complejos… o eso pensaba.
Hoy, me disculpo con cada uno porque la
historia de cada SER HUMANO, sea hombre o mujer lleva una carga, una historia, una
telaraña emocional que únicamente el que la vive conoce el inicio, el trayecto
y quizá ni él sabe cuál es el camino correcto para la salida adecuada.
Cuando me despedí del muchacho, también
comprendí como nosotras las mujeres muchas veces no les permitimos a los
hombres que nos hagan sentir damas, por querer entrar en el juego de la
independencia.
¡Nos quejamos que ya no hay caballeros, pero es
que ya casi no hay damas!... las mujeres ahora queremos jugar muchas veces el
mismo rol de los hombres, bebemos a la par que cualquier caballero de buena
garganta o hablamos como carretoneros diría mi madre y algunas menosprecian a
sus parejas por no ser tan capaces profesionalmente como ellas. Y créanme ni me
asusto ni me sorprendo, solo creo que el ser femeninas no nos quita el ser
inteligentes, solo digo que seamos elegantemente competitivas, encantadoramente
sugestivas, bien dicen que más se gana con miel que con hiel.
Ni los hombres deben cargar con todo el peso del
éxito de una vida ni la mujer debe demostrar que tiene súper poderes, disfrutemos
cada uno nuestras maravillosas diferencias para conseguir grandes ideas.
Si lo pensamos poquito…yo también quizá, igual
que ese joven me sentiría ofendido.
LÓPEZ-ARRIAGA
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