Me regalaron
unas obleas de colores… ¡son mis favoritas!, desde niña, me sentaba a ver la
televisión y podía terminarme en segundos todo un paquete, me sentía sagrada
después de terminarlas. Debo confesar que el propósito del regalo fue el
siguiente: “Escribe a colores” me dijeron, así que me devoré TODO EL PAQUETE
para ver si la pócima funcionaba, tardó pero algo me dice que este texto está
principalmente dedicado a la vida.
La vida no
siempre es como esas obleas de colores, pero es vida y no está hecha para
sobrevivirse, sino para VIVIRSE, con pasión, sin miedos, haciendo lo que amamos
y algo que yo en lo personal he aprendido es dejar que los demás hagan lo que
les hace felices.
Existen
situaciones que me truenan el corazón y que por favor Dios me perdone, lo digo
completamente en serio, Dios PERDONAME, perdóname una vez más porque NO TE
COMPRENDO, quizá en unos años está testa-dura que me diste pueda sospechar
siquiera porque obras como lo haces con algunas personas, hoy…. No lo comprendo
y que nadie más me diga que es “porque tú lo quieres”.
Este texto
viene acompañado de una petición: cada que alguien lo lea agradezca por estar
vivo.
Créame: yo
quisiera que fueran las 9:00 de la mañana del 2004 y hablar una hora con
quien ese domingo por la tarde ya no hablaría nunca más, quisiera una hora más
del mes de abril para escuchar como Don Pedro coqueteaba con las enfermeras y
me contaba como huyó con el General Amaro en plena Revolución, solo una hora
más para ver los azules ojos de la mujer que con gran amor siempre me agradeció
el que quisiera tanto a su hija, nunca supo cuánto la quise yo a ella… y por
último una hora más para reírnos a carcajadas, para contarnos nuestros
secretos, para llorar nuestros miedos, para saber que tenemos una hora más con
quien queremos tener esa hora más, porque el humano es frágil, es solo eso,
hueso, carne… pero quizá una hora más fortalezca el débil espíritu, lo haga
creer… solo UNA HORA MÁS.
¡Agradezcamos
por vivir y vivamos!, transpiremos pasión, ¡que nos recuerden por la chispa en
nuestros ojos, por nuestras manos llenas y nuestro corazón abultado de amor!,
que nos recuerden por siempre tener UNA HORA MÁS para los demás.
LÓPEZ-ARRIAGA
0 comentarios:
Publicar un comentario