Antes que nada, debo ser agradecida por tener justo lo que
necesito, no más no menos.

Algo que he tenido que aprender a ejercer para mí y para los
que me rodean, porque definitivamente no forman parte natural de mi
personalidad son actitudes como la paciencia, la tolerancia y la confianza…dirían
por ahí “algo tan fácil de perder y tan difícil de encontrar”.
Creo que yo no podría sobrevivir el día a día sin contar con
los abrazos amigos, los consejos desinteresados, la confianza de seres muy
queridos, el diálogo inteligente o los comentarios impertinentes, esos que me
han permitido comprender que todo pasa, que la vida es un andar continuo sin
parar, que debo examinar mis acciones y mis reacciones ante lo que sucede en mi
mundo.
Sobrevivo viviendo, parece que pronuncio una antítesis pero
quiero vivir cada día no como sobreviviente sino apasionadamente y para eso es
muy importante generar cambios positivos, reinventarme, porque para poder
sobrevivir siendo yo debo comprenderme desde dentro, entenderme, buscar la
mejor versión de mi aceptando que debo darle menos importancia a lo peor que
existe en mi persona.
No hago decretos, no hago promesas, únicamente espero no
perder mi fe, mi fuerza interior para ya no defraudarme, hoy tengo una nueva
oportunidad para aceptar con humildad lo que las horas que vienen me darán,
para trabajar con generosidad para mí y para los que creen en mí.
Quiero reír más, a carcajadas, quiero soñar más porque los
sueños son para hacerlos realidad, quiero amar más porque será el amor el que
me sostenga cuando sienta que voy a volver a caer.
Quiero vivir dejando de sobrevivir y eso únicamente depende
de mí.
LÓPEZ-ARRIAGA
0 comentarios:
Publicar un comentario